Los precios al consumo en Estados Unidos experimentaron un aumento en abril debido al incremento en los costos de la gasolina y los alquileres, y la inflación subyacente se mantuvo sólida por el repunte de los precios de autos usados.
Este panorama podría garantizar que la Reserva Federal (Fed) mantenga las tasas de interés elevadas por un tiempo. El Índice de Precios al Consumo (IPC) registró un alza del 0,4% en abril, tras un avance del 0,1% en marzo, y en los últimos 12 meses, el IPC aumentó un 4,9%.
Los precios de la gasolina subieron en abril, después de que la OPEP+ anunciara nuevos recortes al bombeo. Sin embargo, desde entonces, los precios del crudo han tendido a la baja, presionando los costos de la gasolina debido a los riesgos de recesión, las alzas de tasas de la Fed y el estancamiento en las negociaciones sobre el techo de deuda del gobierno federal.
El informe de empleo del pasado viernes mostró un crecimiento del empleo y los salarios en abril, así como una disminución de la tasa de desempleo hasta el 3,4%, el nivel más bajo en 53 años.
La combinación de inflación en aumento y un mercado laboral resistente hace improbable que la Fed comience a recortar las tasas este año, como actualmente esperan los mercados financieros. La semana pasada, la Fed subió su tasa de referencia en 25 puntos básicos, situándola entre el 5% y el 5,25%, y aunque señaló que podría pausar su campaña de endurecimiento de la política monetaria, mantuvo un sesgo alcista. Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el IPC subyacente aumentó un 0,4% en abril, impulsado por los autos y camiones usados, mientras que la inflación de los alquileres está a punto de disminuir.
Fuente: investing