En un escenario financiero fluctuante, el dólar ha demostrado ser una moneda a tener en cuenta. Durante una sesión reciente, el dólar ascendió de manera significativa, arrastrando al yen japonés a su nivel más bajo en una década. Simultáneamente, tanto el euro como la libra esterlina experimentaron un declive, alcanzando sus mínimos en tres meses. Esta tendencia evidencia la confianza de los inversionistas en la robustez de la economía estadounidense, especialmente después de una serie de informes económicos que superaron las expectativas.
La economía china, por otro lado, ha estado experimentando contratiempos. El yuan, la moneda nacional china, alcanzó su nivel más bajo en 16 años en relación al dólar. Varios factores, como la desaceleración en el sector inmobiliario, una disminución en el consumo y una contracción del crédito, han afectado a la segunda economía más grande del mundo. Frente a esto, el dólar subió un 0,2%, llegando a 105,03 unidades en comparación con un grupo de seis monedas principales. Este aumento también se vio influenciado por el sorprendente crecimiento del sector servicios en Estados Unidos durante el mes de agosto.
Brad Bechtel, director global de divisas de Jefferies en Nueva York, proporcionó su perspectiva sobre esta tendencia. Según Bechtel, la economía de Estados Unidos está superando a las demás a nivel global. La base económica en Estados Unidos se percibe más robusta que en otros lugares del mundo, lo que actúa como un catalizador clave para el fortalecimiento del dólar.
El informe reciente sobre las solicitudes iniciales de desempleo en Estados Unidos también favoreció la imagen positiva del dólar. Las cifras indican que las solicitudes de subsidios de desempleo disminuyeron sorprendentemente a 216.000 en la semana que culminó el 2 de septiembre. Aunque hubo una ligera corrección en los informes sobre la productividad laboral del segundo trimestre, la cifra sigue mostrando solidez.
Por el lado de China, el yuan bajó a 7,3299 unidades por dólar, un nivel que no se había visto desde diciembre de 2007. Esta baja se debe en gran medida a la inestabilidad económica en China tras la pandemia. El gobierno chino ha implementado varias medidas políticas en un intento por revivir la confianza en la economía. Sin embargo, los inversionistas continúan esperando acciones adicionales por parte de Pekín para estabilizar el mercado.
Otras monedas, como el euro y el yen, también sintieron el impacto del crecimiento del dólar. El euro cayó un 0,3%, situándose en 1,0696 dólares, tras haber alcanzado su mínimo desde junio. El yen, por otro lado, registró un aumento del 0,4% frente al dólar. La libra esterlina no se quedó atrás, perdiendo un 0,3% y marcando su punto más bajo en tres meses.
En resumen, el dominio del dólar en los mercados globales se está haciendo evidente, reflejando la confianza de los inversionistas en la fortaleza de la economía estadounidense en comparación con otras economías globales.
Fuente: investing