Los mercados europeos han comenzado la semana con un tono positivo, centrándose en la anticipación de la publicación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos de octubre, que se espera para el martes. Este dato es crucial, ya que proporcionará una visión actualizada sobre la inflación en EE.UU. y podría influir en las decisiones futuras de política monetaria de la Reserva Federal. Los inversores están atentos a cualquier indicio que pueda sugerir cambios en la trayectoria de la inflación, un factor clave en el contexto económico actual.
Además de los datos del IPC, los mercados están siguiendo de cerca los desarrollos en las negociaciones sobre el techo de deuda de Estados Unidos. La votación sobre este tema crucial está programada para el martes. Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, ha propuesto un plan para extender el límite actual del techo de deuda desde el 17 de noviembre hasta enero-febrero de 2024. Este plan, que se centra en la extensión del límite sin incluir recortes de gastos significativos o cambios en la ley de asilo, podría facilitar un acuerdo entre republicanos y demócratas. La propuesta ha generado cierta expectativa de un consenso, aunque persiste la incertidumbre sobre cómo se desarrollarán estas negociaciones.
La agencia de calificación internacional Moody’s ha añadido más tensión a la situación al rebajar el viernes la perspectiva de la deuda de Estados Unidos de estable a negativa. Esta decisión resalta los crecientes riesgos para la fortaleza fiscal del país, en un momento en que Estados Unidos enfrenta una combinación de mayores tasas de interés y un aumento significativo de la deuda pública. Además, el Congreso se muestra dividido y parece incapaz de acordar medidas efectivas para reducir el déficit público.
Los analistas de Renta 4 y Link Securities destacan que Moody’s es la única de las tres grandes agencias de calificación que mantiene la máxima calificación a la deuda de EE.UU. tras las rebajas previas realizadas por Fitch y Standard & Poor’s. La situación actual del techo de deuda en Estados Unidos recuerda la crisis de 2011 durante el primer mandato del presidente Obama, cuando se generó una situación similar.
En este contexto, el Gobierno Federal se enfrenta a un potencial cierre si no se logra un acuerdo entre demócratas y republicanos. Los republicanos están exigiendo recortes de gastos para reducir el déficit, mientras que los demócratas abogan por un enfoque que combine el crecimiento económico con un aumento de los impuestos a las empresas y las grandes fortunas. La resolución de este impasse es crucial, ya que un posible cierre de la Administración podría tener consecuencias significativas tanto para la economía de Estados Unidos como para los mercados financieros globales.
En conclusión, los mercados europeos se mantienen atentos a los datos macroeconómicos clave y a los acontecimientos geopolíticos, particularmente en Estados Unidos, donde los desafíos fiscales y políticos podrían tener un impacto considerable en la economía mundial.
Fuente: investing.com