Los metales industriales, incluido el cobre, experimentaron una fuerte caída en sus precios debido a las expectativas de inflación en Estados Unidos y a la debilidad en la demanda proveniente de China. Esta situación generó preocupación en los mercados internacionales, ya que los datos de inflación podrían influir en las perspectivas de las tasas de interés en Estados Unidos.
El cobre, utilizado en el cableado eléctrico, se vio especialmente afectado por el aumento de las tasas de interés, que desaceleran el crecimiento económico. Además, la debilidad en la demanda china y el incremento de los inventarios contribuyeron a la caída de los precios del cobre.
En la Bolsa de Metales de Londres (LME), el cobre de referencia experimentó una disminución del 1% a 8.508,50 dólares por tonelada, alejándose de su máximo de siete meses registrado en enero.
El fortalecimiento del dólar también jugó un papel importante, ya que hizo que metales como el cobre fueran más caros para los compradores con otras divisas. Esto afectó aún más la demanda y presionó los precios a la baja.
Los datos de inflación en Estados Unidos son clave en esta situación. Un alto nivel de inflación podría llevar a la Reserva Federal de Estados Unidos a mantener las tasas de interés elevadas por un período prolongado. El presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, enfatizó que los responsables de la política monetaria no dudarían en tomar medidas adicionales si fuera necesario.
Otro factor que contribuyó a la caída de los metales fue el repunte económico en China, que se centró más en el sector servicios que en la fabricación o la construcción, sectores que utilizan intensivamente metales. Como China es el mayor consumidor mundial de metales, esta situación tuvo un impacto significativo en la demanda y los precios.
Además, se observó un aumento en las existencias de cobre en los almacenes registrados de la LME, llegando a 75.150 toneladas en comparación con las 34.350 toneladas a principios de abril. Este incremento en la oferta también contribuyó a la presión bajista en los precios.
En Perú, la producción de cobre aumentó un 20% en marzo en comparación con el mismo mes del año anterior, ya que las grandes minas reanudaron su actividad. Esta mayor producción también contribuyó a la abundancia de oferta en el mercado.
Además del cobre, otros metales básicos como el aluminio, el zinc, el níquel, el plomo y el estaño también experimentaron disminuciones en sus precios en la Bolsa de Metales de Londres.
En resumen, la caída en los precios de los metales industriales, incluido el cobre, se debe a las expectativas de inflación en Estados Unidos, la debilidad en la demanda china, el fortalecimiento del dólar y el incremento de las existencias. Estos factores generaron incertidumbre en los mercados internacionales y reflejan la interconexión entre la economía global, las políticas monetarias y la demanda de metales.
Fuente: investing