La reciente decisión de Fitch de rebajar la calificación de la deuda a largo plazo de EE.UU. de AAA a AA+ ha dejado un panorama económico incierto y ha aumentado las posibilidades de un cierre gubernamental en el otoño. La directora general de Políticas Públicas de EE.UU. de PIMCO, Libby Cantrill, subraya que la situación es aún más irónica, ya que esta rebaja podría endurecer las opiniones de los republicanos en la Cámara de Representantes, quienes están presionando por recortes significativos del gasto. La rebaja fue en parte una respuesta a los enfrentamientos políticos previos, incluidos los cierres del gobierno.
Aunque un cierre del Gobierno puede tener consecuencias económicas a corto plazo, estas suelen ser temporales y revertidas una vez que el Gobierno reabre. No obstante, Cantrill advierte que el cierre actual podría coincidir con un período económicamente turbulento. Esto podría incluir la reanudación de los pagos de préstamos estudiantiles para millones de prestatarios, una factura de impuestos federales para quienes viven en zonas de desastre de emergencia, y el impacto del endurecimiento del crédito por parte de los bancos regionales. La experta señala también que, aunque se cerrara el gobierno y los republicanos lograran los recortes que desean, esto tendría poco efecto en la trayectoria fiscal a largo plazo sin una reforma en los programas de ayuda social.
La compleja situación política se ve agravada por el hecho de que el Senado y la Cámara de Representantes tienen poco tiempo para aprobar 11 proyectos de ley de créditos antes de septiembre. A pesar de que el Senado ha avanzado en la aprobación de estos proyectos, la falta de tiempo para resolver las diferencias con la Cámara hace que la situación sea más tensa. Cantrill menciona que una «resolución continua» podría haber servido como solución provisional, pero esto es improbable dada la postura de los republicanos, en especial del Freedom Caucus.
En conclusión, la posibilidad de un cierre del Gobierno en EE.UU. parece más probable que nunca, y la fecha límite real para financiar el gobierno es el 1 de enero. Si no se aprueban los proyectos de ley de créditos necesarios para entonces, se aplicará un recorte generalizado del 1% como parte del acuerdo sobre el techo de la deuda. La rebaja de Fitch ha añadido una capa adicional de complejidad y urgencia a una situación ya tensa, y los próximos meses serán cruciales para determinar la dirección económica y política de la nación.
Fuente: investing