En un contexto de inestabilidad económica global y con la economía estadounidense en una fase de desaceleración, el ataque sorpresa de Hamás a Israel ha generado gran preocupación en los mercados financieros. Sin embargo, la respuesta de los mercados bursátiles ha sido relativamente moderada en comparación con crisis previas.
Los mercados estadounidenses, europeos y emergentes han experimentado una disminución aproximada del 2%, una cifra significativamente menor a la caída promedio del 15% que se observó tras el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022. Desde entonces, los mercados bursátiles han retrocedido cerca de un 9% desde su máximo más reciente alcanzado a finales de julio.
Según Vladimir Oleinikov, analista cuantitativo sénior de Generali Investments, aunque existe el riesgo de una guerra regional de gran envergadura, es más probable que el conflicto se mantenga contenido y que los mercados de renta variable sigan siendo impulsados por factores globales. Oleinikov anticipa que el crecimiento económico se detendrá en la eurozona y se ralentizará significativamente en Estados Unidos en el corto plazo.
Entre los factores negativos que afectan a la renta variable, se incluyen los altos rendimientos, las elevadas valoraciones en Estados Unidos y la debilidad en el impulso del M2. Oleinikov sugiere mantener una posición infraponderada en renta variable y anticipa un aumento moderado temporal en la volatilidad del mercado.
Por otro lado, se reconoce el riesgo de una escalada en el conflicto israelí con la posible implicación directa de Irán. En ese caso, los precios del petróleo podrían dispararse y la economía mundial experimentaría un fuerte shock de estanflación, lo que llevaría a una caída de entre el 15% y el 20% en los mercados de renta variable. En un escenario base, una caída continua del mercado a corto plazo haría que la renta variable se volviera más atractiva debido a las bajas valoraciones en la Unión Europea y el deterioro del posicionamiento.
Edmond de Rothschild AM también señala que la situación en Oriente Medio ha incrementado el riesgo geopolítico y que otros dos factores, la resistencia de la economía estadounidense y los precios del petróleo, están generando preocupación por la inflación. La gestora advierte que el aumento en las yields de la deuda pública y los nuevos riesgos geopolíticos están afectando negativamente a los activos de riesgo. En consecuencia, la gestora adopta una posición más cautelosa debido a la tensa situación en Oriente Medio y advierte que una extensión del conflicto a Irán podría tener consecuencias aún más negativas en los mercados.
Fuente: investing.com